Arquitectos por el Mundo: Nueva York 02/10 2014

Tras el último artículo del blog que hablaba sobre las 7 mejores ciudades para visitar si te gusta la arquitectura, queremos empezar una serie que describa cómo sería si reservaras un día a la arquitectura en estas ciudades.

Si tienes la suerte de visitar alguna, damos por hecho que iras a ver las principales atracciones turísticas, muchas de ella relacionadas con la arquitectura, pero puede que otras las dejes de lado si no encuentras información sobre ella en foros y blogs de viajes estándar. En estas nuevas entradas que empezamos hoy, te proponemos un itinerario obligatorio para los amantes de la arquitectura que os garantizamos que no os defraudará.

 

 

La primera de nuestra lista es Nueva York, y para empezar el recorrido, debes situarte en la entrada al puente de Brooklyn desde Manhatan, y en la calle Spruce, número 8 exactamente, encontraras el rascacielos que fue elegido como el mejor del mundo en el año 2012. Su autor es Frank Gehry (quien ya os adelantamos que saldrá en más ocasiones en nuestros recorridos de “Arquitectos por el Mundo”). Dicho rascacielos alberga viviendas de lujo, una escuela de primaria e instalaciones del New York Downtown Hospital. Las formas acuosas de su fachada y los reflejos que sobre ellas genera la luz del sol son realmente espectaculares de contemplar. Fue inaugurado en febrero de 2011.

Continua ahora atravesando lo que queda de Little Italy y adéntrate en China Town hasta alcanzar el 235 de Bowery. Allí encontrarás el New Building Museum, de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (SANAA es el nombre del estudio que componen estos dos arquitectos japoneses). El museo en sí no es que tenga un gran interés, a no ser que coincidas con alguna exhibición peculiar, pero el juego de volúmenes y de luces desde el interior sí que merece la pena ver cómo forma parte del paisaje urbano neoyorquino.

Ahora tienes que continuar de nuevo dirección norte, hasta alcanzar el Flatiron, archiconocido edificio por los amantes de la arquitectura situado en el distrito al que da nombre. Contemplarlo te trasladará a la meticulosidad de la arquitectura que se desarrolla en Chicago, ya que su autor proviene de esa escuela. Así pues estarás situado frente al que fue el primer rascacielos de acero de la historia de Nueva York (de ahí su nombre Flat+Iron). Su planta triangular resuelve perfectamente la localización en esquina que provoca la Avenida Brodway al atravesar toda la retícula de la gran manzana. Lo que resultaba en inicio una parcela residual, se ha convertido desde 1902 en un icono de la ciudad.

Callejeando en dirección oeste, llegarás hasta el Chelsea Market, en la 9th Av. con la 15th. Éste es uno de esos ejemplos que tantas veces escuchamos de barrio degradado y que se ha reconvertido por completo en un sitio de moda. La zona antaño era de carácter industrial, de hecho este mercado se sitúa en la antigua fábrica donde se inventaron las famosas galletas Oreo, y actualmente cuenta con multitud de puestos de comida además de un complejo de oficinas. Recorre todos sus puestos y contempla lo que es un buen ejercicio de rehabilitación en arquitectura.

Cuando salgas del mercado, a escasos metros encontraras la escalera que da acceso a The High Line, un parque que ocupa la antigua vía elevada del tren de dicha zona industrial. Aún hoy en construcción muchos de sus tramos, podrás dar un agradable paseo por este parque en altura, que nos da una visión completamente inesperada de la ciudad. Con tumbonas y bancos perfectamente integrados con el entorno, un anfiteatro sobre la 10th avenida y una gran cantidad de vida y plantas de distintos tipos, no olvidarás este paseo. La vía atraviesa algunos edificios de oficinas y hoteles, y recorre varias calles hasta desembocar cerca del Madison Square Garden.

Por supuesto en tu visita no debes descuidar los clásicos de toda guía turística del Empire State, El Chrysler Building, el edificio de la ONU, Times Square, MET, Rockefeller Center y ese largo etcétera que hace de Nueva York la capital del mundo.